Parte 1 – Instituciones de redes de vida

Instituciones económicas

Después de mostrar cuál es la elección de civilización, acabamos de describir las instituciones políticas y los principios, las reglas que las organizan. Desarrollan la acción política en el ámbito de la gestión del conjunto de la actividad humana.

Las instituciones económicas garantizan la producción y la distribución de la riqueza en los dos primeros niveles de la actividad humana: el trabajo indispensable para la vida y la supervivencia, así como la realización de obras que elevan el nivel de vida y se transmiten a las generaciones futuras.

La economía en las Redes de Vida está subordinada a la política, al ejercicio del poder directamente por los ciudadanos. Los principios e instituciones políticos encuentran así en el ámbito económico un terreno de aplicación y esto refuerza la coherencia y la claridad de la acción política por parte de los ciudadanos que no se ven reducidos a la condición de empresario o de asalariado en el marco de la utilización exclusiva de la propiedad privada, incluso para los medios de producción.

Por ejemplo, la alianza de los opuestos, que permite la definición de los objetivos, se determina en el nivel de la producción, de la distribución y del consumo de las riquezas producidas por la actividad humana, por el mecanismo del seguro frente a los riesgos materiales. Del mismo modo, la subsidiariedad y la obtención de la solución óptima refuerzan esta garantía y permiten la solidaridad, el reparto de la solución óptima entre las Redes de Vida. La institución básica que organiza la actividad humana es conocida para nosotros. Son los equipos de proyectos de Vida, institución política porque la política prima sobre la economía.

La actividad de producción, el desarrollo de la industria utilizaron inicialmente estos principios de organización que son obvios y lo vamos a demostrar, en particular, a través del caso de la sociedad industrial de Mulhouse en el siglo XIX. Sin embargo, esta transición de la confianza a la solidaridad fue combatida, descartada, eliminada por la oligarquía financiera anglosajona y, desde los años 90, por las dictaduras de los accionistas y los fondos de inversión que imponen su maximización de los beneficios a corto plazo.

Una vez más estamos aquí ante la necesidad de romper sus prohibiciones para utilizar justamente de nuevo lo que nos prohíben y que ha permitido la realización aquí o allá, durante un cierto período, de un desarrollo industrial y social notable, ciertamente con una práctica económica y social de la iglesia protestante y no católica por lo que a nosotros respecta en la cultura occidental.

En el sistema de poder capitalista liberal, la economía prima sobre la política y es precisamente la oligarquía financiera anglosajona la que desarrolla un gobierno mundial eliminando la influencia de los gobiernos políticos de los países, eliminación que se produce mediante divisiones, luchas de influencia, conflictos religiosos alimentados por teocracias, por la repetición incesante de crisis financieras, económicas, militares por cuestiones de conquista de fuentes de energía (petróleo, gas, etc.), religiosas, y en adelante sanitarias.

Las instituciones económicas completan el funcionamiento de los equipos de proyectos de Vida, precisando la organización del trabajo, el desarrollo de las competencias y sus usos complementarios en los dos niveles de actividad humana: trabajo, realización de las obras. El desarrollo y la gestión de los bienes comunes constituyen el núcleo de la actividad humana y de la economía. Garantizan una distribución equitativa de la riqueza mediante el uso de la propiedad común como complemento de la propiedad individual y colectiva. Los bienes comunes, esencialmente inmuebles, son también el resultado de la realización de obras que elevan el nivel de vida y se transmiten a las generaciones futuras. Después de presentar estas diferentes instituciones económicas, terminaremos con los centros de gestión de la riqueza y sus principales misiones, finalidades.

Estas instituciones económicas van a poner en marcha los medios materiales y los conocimientos inmateriales que luego, a nivel de las instituciones sociales, servirán para desarrollar una sociedad sin clases sociales y sin luchas de clases.

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